A pesar de los recientes fallos de la Corte Suprema de los Estados Unidos que afirman la neutralidad religiosa en la educación pública, un nuevo informe del Manhattan Institute revela que muchos programas de preescolar financiados con fondos públicos en todo Estados Unidos siguen excluyendo a los proveedores religiosos. La práctica viola la Cláusula de Libre Ejercicio de la Constitución y socava el mandato claro de la Corte Suprema de neutralidad gubernamental hacia la religión, sostiene el informe.
Escrito por Nicole Stelle Garnett, Tim Rosenberger y J. Theodore Austin, el informe examina el estado de las políticas discriminatorias en los programas de preescolar, que prohíben por completo a los proveedores religiosos o exigen la eliminación de las prácticas religiosas como condición para recibir fondos públicos.
Los requisitos del programa de preescolar de Carolina del Norte establecen que “ningún subcontratista puede utilizar su financiación de preescolar de Carolina del Norte para pagar… culto religioso, instrucción o proselitismo”.
El informe identifica más de 15 estados, incluidos California, Nueva York y Georgia, que imponen requisitos “restrictivos” a los proveedores de preescolar basados en la fe. Estas políticas a menudo requieren que los proveedores eliminen los símbolos religiosos, abandonen la instrucción religiosa y secularizó sus operaciones si desean participar en programas públicos.
El informe de Manhattan sostiene que tales medidas contravienen recientes fallos de la Corte Suprema —incluidos Trinity Lutheran Church of Columbia, Inc. v. Comer y Espinoza v. Montana Department of Revenue— que afirman que excluir a las organizaciones religiosas de los programas financiados con fondos públicos o condicionar su participación a la eliminación de elementos religiosos es inconstitucional.
Por ejemplo, el programa preescolar “para todos” de la ciudad de Nueva York exige explícitamente que los proveedores religiosos cubran los símbolos religiosos, se abstengan de impartir instrucción religiosa e incluso utilicen entradas separadas para los estudiantes. De manera similar, el programa preescolar de Georgia prohíbe que cualquier parte de la jornada escolar sea de naturaleza religiosa.
Si bien muchos estados no cumplen con los estándares constitucionales, el informe destaca programas en estados como Florida, Indiana y Alabama que respetan los derechos de los proveedores religiosos. Estos estados demuestran el cumplimiento de los requisitos constitucionales al dar la bienvenida a los proveedores religiosos sin imponer restricciones a las actividades religiosas.
Por ejemplo, el programa preescolar de Florida incluye explícitamente a los proveedores religiosos sin mandatos de secularización, mientras que el programa de vales de Indiana garantiza que la instrucción o las actividades religiosas no descalifiquen a un proveedor. Alabama actualizó recientemente sus pautas preescolares para permitir actividades religiosas durante el día escolar.
Para abordar el problema, el Manhattan Institute recomienda varias reformas. A nivel estatal, los fiscales generales deberían proporcionar una orientación clara para eliminar las restricciones inconstitucionales a los proveedores religiosos.
A nivel local, los distritos escolares deben garantizar que los programas preescolares cumplan con los requisitos constitucionales estatales y federales, promoviendo la equidad y el cumplimiento de la ley. Además, los grupos de defensa y los encargados de formular políticas deberían estar preparados para iniciar litigios, si es necesario, para hacer cumplir la ley y salvaguardar los derechos de los proveedores religiosos.